El Tratado de Chambord fue un tratado entre el monarca francés Enrique II y los príncipes alemanes, representados por Mauricio de Sajonia, el 15 de enero de 1552. Los príncipes alemanes obtuvieron de Francia la promesa de ayuda económica y el compromiso de restablecer las libertades germánicas, a cambio, Francia podía tomar las plazas de Metz, Toul y Verdún y tres obispados de Lorena. Francia tomó aquellas plazas estando así próxima a las fronteras del Rin.