El Reino de Dublín fue un pequeño pero poderoso enclave hiberno-nórdico y emporio comercial que controlaba fundamentalmente algunas porciones de la costa irlandesa en torno a Dublín, coincidiendo aproximadamente con el actual Condado de Dublín. Los vikingos llegaron a esta zona en algún momento del siglo IX. En el año 841 ya hay evidencias de longphorts vikingos en Irlanda.