La Batalla de Brunanburh enfrentó en 937 al ejército de Wessex, dirigido por el rey Athelstan y su hermano Edmundo a una coalición formada por Olaf III Guthfrithson, monarca hiberno-nórdico del reino vikingo de Dublín, Constantino II de Escocia y Owen I de Strathclyde. El enfrentamiento concluyó con una decisiva victoria anglosajona. En algunas fuentes se menciona también la participación de mercenarios irlandeses, galeses y córnicos.