En el centro del el Kremlin de Moscú, en la Plaza de las Catedrales, se alza la torre de Iván el Grande, una de las obras más admirables de la arquitectura mundial del siglo XVI. La esbelta y elevada torre del campanario constituye el eje que le da un carácter de composición a todo el Kremlin. Unifica a todos sus edificios, de diferentes épocas y estilos, en un conjunto arquitectónico único, sin par en la arquitectura universal.