Los Últimos fusilamientos del franquismo o Últimas ejecuciones del franquismo acontecieron el 27 de septiembre de 1975 en varias ciudades españolas. Fueron ejecutadas por fusilamiento cinco personas: los militantes del FRAP, José Humberto Baena, José Luis Sánchez Bravo y Ramón García Sanz y los militantes de ETA político-militar Juan Paredes Manot (Txiki) y Ángel Otaegui. Estas fueron las últimas ejecuciones del régimen franquista, poco antes de la muerte del dictador.