En la mitología griega Átropos (en griego Ἄτροπος, inexorable o inevitable), a veces llamada Aisa, era la mayor de las tres Moiras. Átropos elegía el mecanismo de la muerte y terminaba con la vida de cada mortal cortando su hebra con sus aborrecibles tijeras. Trabajaba junto con Cloto, quien hilaba la hebra, y Láquesis, quien medía su longitud. Las tres eran hijas de Zeus y Temis, diosa del orden, o de Nix, la de la noche.