Álvaro Núñez de Isorna fue un eclesiástico español, sucesivamente obispo de Mondoñedo, de León, de Cuenca y arzobispo de Santiago. Antes de ser ordenado obispo estuvo al servicio del rey Juan I de Castilla, quien le nombró para educar a sus hijos los infantes Enrique y Fernando, que posteriormente serían reyes de Castilla y Aragón respectivamente.