Fue el primer sencillo y primera grabación por la cantante Cyndi Lauper en 1976; antes de llegar a la fama con Girls Just Want to Have Fun en 1983. Lauper fue comisionada en 1977 para grabar varias canciones que había sido escritas por otros artistas. La única canción publicada de estas sesiones en ese momento era un vinilo de siete pulgadas de esta canción.