En el año 2003, el maestro de karate Yoshihide Shinzato, recibió del Superior Gobierno de Japón y en nombre del Emperador Akihito, la distinción como Gran Comendador de Otoño, reconociéndolo como embajador de la cultura nipona ante el mundo. Ese reconocimiento otorgado a japoneses que viven fuera de su territorio y que son difusores de la cultura oriental, habitualmente se entrega a personajes de las ciencias, la cultura o las artes.