William Henry Playfair fue uno de los más importantes arquitectos de Escocia del siglo XIX. Su padre James Playfair fue también arquitecto y su tío el científico John Playfair y el economista William Playfair. Dos de sus trabajos más destados son dentro de la arquitectura neoclásica la National Gallery of Scotland y la Royal Scottish Academy ubicadas en el centro de Edimburgo, ambas sirvieron para transformar la fisonomía completa de la ciudad.