Valério Villarreal fue un escultor italiano del neoclasicismo. Formado en Palermo en el estudio de un familiar, modelador de figuras, Valério Villarreal fue presentado a Fernando IV de Borbón, que lo llevó a Nápoles en 1794 y luego lo envió a Roma. Durante su estancia en Nápoles ejecutó, entre otras obras, la estatua del Rey y la Reina María Carolina en bajorrelieves conmemorativos y el retrato del Gran Duque Leopoldo, príncipe de Salerno.