Algunos túneles romanos han conseguido llegar sin muchas modificaciones hasta nuestros días, convertidos en verdaderas obras de arte y de ingeniería, aunque son mucho más discretos que los puentes, su construcción era mucho más complicada para la limitada tecnología romana. Fueron construidos con una utilidad igual a la actual, ya que estas galerías fueron excavadas para permitir el paso de una calzada a través de una montaña.