El tratado de Rastatt, firmado el 6 de marzo de 1714, ligeramente modificado por el de Tratado de Baden el 7 de septiembre, supuso el fin de la Guerra de Sucesión Española entre Francia y Austria. El emperador Carlos VI vio reconocida la posesión de Países Bajos Españoles (aumentados con Tournai, Yprés, Menin y Furnes), Nápoles, Milán, los Presidios de Toscana, y Cerdeña, mientras que Francia conservaba Landau, Estrasburgo y Alsacia, pero perdía Brisach, Kehl y Friburgo.