El Tratado de Edimburgo fue una tratado hecho en 1560 por el parlamento de Escocia en un intento para terminar formalmente la alianza con Francia. Sin embargo, no fue ratificado por María I de Escocia, la monarca que reinaba en ese momento, a pesar de la considerable presión que se ejercía sobre ella para hacerlo, desde ese momento hasta 1587.