El tratado de Barcelona, también conocido en la historiografía francesa como tratado de Narbona, fue un acuerdo firmado en 1493 por Carlos VIII de Francia y los Reyes Católicos de España, en el que estos se comprometían a no intervenir en la primera guerra italiana (1494 - 1498) que Francia pensaba llevar a cabo. El acuerdo quedó roto dos años después debido a las desavenencias entre ambas partes firmantes.