El trastorno de conversión (término que describe lo que anteriormente se llamaba histeria) o también llamados trastornos disociativos, fue un diagnóstico especialmente popular a fines del siglo XIX. Se refiere a los síntomas que afectan al comportamiento y que se asemejan a una enfermedad neurológica pero que no proceden de ninguna enfermedad física conocida ni se pueden explicar por ella.