El test de Mantoux es la prueba que consiste en inyectar antígenos a un organismo para comprobar si se ha producido contacto con la bacteria Mycobacterium o con la vacuna BCG pero sin dejar huella. La inyección intradérmica es de 0.1 mL de derivado purificado de antígeno de Mycobacterium tuberculosis. Se observa la reacción controlando la induración (pápula) a las 24, a las 48 y a las 72 horas.