El temporal de la Isla de Madeira en 2010 fue una secuencia de acontecimientos iniciados por una fuerte precipitación durante la madrugada del día 20 de febrero, seguida por una subida del nivel del mar. Estos acontecimiento produjeron inundaciones y derrumbes a lo largo de la costa de la isla, en especial en la parte sur. El origen del fenómeno es un sistema frontal de fuerte actividad asociada a una depresión que se desplazó desde las Azores, según el Instituto de Meteorología portugués.