La temporada de huracanes en el Atlántico del 2000 se inició oficialmente el 1 de junio, y se extendió hasta el 30 de noviembre. Estas fechas delimitan convencionalmente el período de mayor actividad de ciclones tropical en el norte del Atlántico. La tormenta más impactante de la temporada fue el Huracán Keith, el dejó varios fallecidos y produjo grandes daños en Belice, Nicaragua y Honduras.