Susana es una santa romana. Fue decapitada por negarse a ofrecer sacrificios al dios Júpiter. Nació en Roma en el año 280, hija de Gabino (futuro santo) y sobrina (según sus hagiógrafos) del papa Cayo, ambos, familiares cercanos del emperador de la época, Diocleciano. Poco después del nacimiento de su única hija, Gabino enviudó y se convirtió en sacerdote. Susana, entre tanto, fue educada en el cristianismo por unos familiares.