El soma es el narcótico divino de la antigua India. Diferente a la mayoría de los alucinógenos, considerados mediadores con lo divino, el soma fue reconocido como un dios por sí mismo. Su naturaleza se mantuvo como un misterio a lo largo de varios miles de años. Este alucinógeno ganó un privilegiado lugar en las ceremonias mágico-religiosas de los arios que, hace 3500 años, bajaron del norte hacia el Valle del Indo, donde propagaron su culto.