Es el nombre con el que se denominó a las bailarinas que desarrollaban danzas tradicionales japonesas (también denominada "shirabyōshi"), ataviadas con indumentarias masculinas. La profesión de shirabyōshi se desarrolló en el siglo XII y era realizada para nobles, samurái de alto rango y celebraciones. En occidente, a veces fueron llamadas cortesanas, pero el término se refiere a una prostituta de categoría, por lo que esta denominación es incorrecta.