Un Sharashka era el nombre informal de los laboratorios secretos soviéticos, pertenecientes al sistema del gulag. Su primer nombre fue de Oficinas Especiales de Construcción antes de que fuesen integrados en el Cuarto Departamento Especial del NKVD. Un millar de científicos, ingenieros y técnicos trabajaban en ellos de manera forzosa, entre ellos el célebre Andréi Túpolev.