El Servicio de Documentación Exterior y de Contraespionaje es el nombre que tuvieron los servicios de inteligencia franceses entre 1946 y 1982, año en que fueron sustituidos por la Dirección General de la Seguridad Exterior. Durante la Cuarta y Quinta República estaba subordinado al jefe del gobierno. Bajo el mandato de Michel Debré se mostró particularmente eficaz en la lucha contra la rebelión independentista en Argelia.