Sedequías fue el último rey de Judá, que gobernó el período. Era hijo de Josías, y su nombre originario era Matanías. Sucedió a Joaquín, siendo impuesto por Nabucodonosor II. Sólo obtuvo un reconocimiento parcial, pues algunos siguieron considerando rey a Joaquín, aun estando en cautiverio. Durante el largo cautiverio de Babilonia, el pueblo judío, aunque dividido, se mantuvo en contacto, gracias a la labor de los profetas, como Ezequiel, Jeremías, o Daniel.