Sebastiano Luciani, más conocido como Sebastiano del Piombo, por haber ocupado a partir de 1531 el cargo de responsable de los sellos de plomo piombo en italiano del Vaticano, fue un pintor italiano, protegido por Miguel Ángel y uno de los más admirados e influyentes del Renacimiento. Su obra representa una síntesis entre el colorido de la escuela veneciana y las figuras monumentales características de la pintura romana.