San Sebastián es el tema de tres pinturas del pintor del primer Renacimiento italiano Andrea Mantegna. El artista paduano vivió en un período en que eran frecuentes las pestes; Sebastián era considerado protector contra la peste al haber sido herido por flechas y se pensaba que la peste se difundía a través del aire. En su larga estancia en Mantua, más aún, Mantegna residió cerca de la iglesia de San Sebastián.