Amplios programas de inoculación y la disponibilidad de la atención de salud de bajo costo o sin costo proporcionados por el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales han hecho de la infraestructura de salud de Venezuela uno de los más avanzados de América Latina. Una vez que el más completo y bien financiado en la región, el sistema de atención de salud se deterioró drásticamente desde la década de 1980.