En la mitología griega, Salmoneo era hijo de Eolo, hermano de Atamante y padre de Tiro. Salmoneo se convirtió en rey de Elis y fundó la ciudad de Salmonia. Salmoneo quiso igualarse a Zeus conduciendo una cuadriga de bronce e imitando el ruido del trueno por medio de calderos atados a la cuadriga que producían gran estruendo, y forzó a sus súbditos a transferir los sacrificios de Zeus a él mismo. Como castigo por su hibris, Zeus mató a Salmoneo con un relámpago y arrasó su reino.