Rutilio Grande García S.J. fue un sacerdote jesuita de El Salvador. Fue asesinado en 1977, junto con otros dos salvadoreños, hecho que impulsó a Monseñor Óscar Romero de quien fue amigo a insistir que el gobierno investigara la acción y, al no cumplir esa insistencia, a cambiar su posición sobre el papel de la iglesia y del individuo en la política.