La rosácea es una enfermedad común y crónica que se caracteriza por un enrojecimiento en la parte central de la cara con exacerbaciones y remisiones periódicas. Cuando la rosácea progresa, pueden desarrollarse otros signos y síntomas tales como eritema semi-permanente, telangiectasias, pápulas, pústulas, enrojecimiento ocular, quemazón, ardor y picazón. En algunos casos, se produce el engrosamiento de la piel, especialmente notorio y característico cuando afecta a la nariz.