Rodrigo (m. 1249) fue un eclesiástico castellano, que primero fu deán de la catedral de Segovia y terminó ocupando el cargo de entre 1248 y 1249. En 1247, siendo deán, fue nombrado para valorar las rentas de toda la diócesis, junto con Juan, arcediano de Segovia, y Sancho, arcediano de Sepúlveda, con motivo del pleito habido entre el cabildo y el obispo don Bernardo, sobre el repartimiento de las rentas comunes.