El retablo mayor de la catedral de Palencia es una de las obras culminantes del Renacimiento castellano. Fue encargado por el obispo Diego de Deza para colocarlo en la primitiva capilla mayor del templo, que con los años dejó de serlo para convertirse en capilla del Sagrario. El obispo contrató al ensamblador Pedro de Guadalupe para que hiciera las trazas, entre 1504 y 1506, dando como resultado un monumental mueble de estilo plateresco, incipiente en aquellos años.