La relación entre algunas religiones y la masonería a menudo ha sido conflictiva. La masonería se define a sí misma como adogmática, dejando libertad a sus miembros de profesar la religión que cada uno decida o no profesar ninguna. Su posición favorable a la libertad de conciencia y su posición contraria al clericalismo político, le ha supuesto a lo largo de su historia, la crítica por parte de distintas confesiones religiosas, especialmente el catolicismo y el islam.