El reino de Cork fue un pequeño enclave hiberno-nórdico que aparece en la crónica del siglo XII Cogad Gáedel re Gallaib (guerra de los irlandeses contra los extranjeros) y otros escritos contemporáneos como los Anales de los cuatro maestros, Anales de Inisfallen y Anales de Tigernach. Debido a las constantes embestidas vikingas la ciudad fue totalmente amurallada y algunas secciones todavía permanecen en pie hoy día.