El gobierno de Escocia, presidido por Alex Salmond, propuso el 10 de enero de 2012 un referéndum para decidir la independencia de aquella nación del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, que será celebrado el 18 de septiembre de 2014. El primer ministro británico, aunque opositor a la medida, David Cameron, declaró que buscará legalizar la medida ante el parlamento británico y que se haga antes de lo posible para evitar dañar la economía.