Ramiro II de Aragón apodado el Monje, rey de Aragón entre 1134 y 1157. Tras desposar a su única hija Petronila con el conde Ramón Berenguer IV de Barcelona en 1137, en quien delegó el poder de facto, abandonó el ejercicio de su cargo y se retiró a la vida eclesiástica que había llevado antes de su entronización.