Rachel Ruysch fue una artista neerlandesa que se especializó en el género del bodegón de flores. Rachel Ruysch se trasladó a vivir a Ámsterdam a los tres años de edad. Su padre, Frederik Ruysch (1638-1731), un famoso anatomista, y botánico, fue nombrado allí profesor. Él reunió una gran colección de rarezas y curiosidades naturales en su casa y Rachel ayudaba a su padre a decorar el ejemplar preparado en un liquor balsamicum con flores y encaje.