El RS-24 es un misil balístico intercontinental ruso, móvil, equipado con ojivas MIRV termonucleares, que se probó por primera vez el 29 de mayo de 2007 tras un proceso de I+D aparentemente secreto con objeto de sustituir a los SS-18 y SS-19. Este nuevo misil se ajusta a los tratados suscritos por Rusia, como el START I.