Quinidio fue un santo francés. Nació en Vaison-la-Romaine procedente de una familia noble. Cuando era joven, se convirtió en eremita cerca de Toulon y posteriormente en Lérins Abbey dedicando su vida a la oración y al ascetismo. Estimado por su piedad, fue llamado por su pueblo natal por Teodosio, obispo de Vaison, que lo convirtió en archidiácono. En ese puesto, estuvo en el Concilio de Arles de 554.