La puerta de Jerez (conocida por los musulmanes como Bab-al-Faray) fue una de las puertas de acceso del recinto amurallado de la ciudad de Sevilla. Debió su nombre a que en ella se iniciaba el camino en dirección a la ciudad de Jerez de la Frontera y se situaba en las inmediaciones de la actual plaza Puerta de Jerez, en el céntrico barrio de Santa Cruz. Derribada en el año 1846, se conservan algunos dibujos y grabados de los siglos XVIII y XIX que la representan.