La Provincia de Nueva España fue una provincia de la Monarquía española, creada en 1812, durante la vigencia de la Constitución de Cádiz. A pesar de su nombre, no comprendía el territorio del antiguo Virreinato de la Nueva España, sino únicamente el de México, Michoacán, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Tlaxcala y Veracruz. Su capital era la ciudad de México. Estaba gobernada por un Jefe Político Superior nombrado por el Rey y una Diputación Provincial de siete miembros, elegida popularmente.