Prospero Mortola fue un artista italiano del siglo XVIII especializado en el dorado y la pintura de retablos, marcos y esculturas. Se asentó en Madrid, y trabajó en diversas obras de iglesias y de palacios: entre ellas, el dorado del retablo mayor de la Iglesia de Meco, la Catedral de Toledo y el Palacio de El Pardo; en este último caso, como dorador y pintor de esculturas a las órdenes del escultor francés Roberto Michel.