La Pragmática Sanción de Bourges proclamada por el rey Carlos VII de Francia, el día 7 de julio de 1438, con el acuerdo del clero francés reunido en Bourges exigía que un Concilio General de la Iglesia, cuya autoridad se consideraba superior a la del Sumo Pontífice, había de celebrarse cada diez años; así el Rey de Francia se proclamaba protector de la fe en territorio francés.