La popularidad de Caravaggio ocasionó que, al morir, muchas obras apócrifas se hiciesen pasar como trabajos suyos. Esto ha venido sucediendo a menudo con el paso del tiempo, pero los estudiosos del italiano no suelen darlas por auténticas. También es difícil distinguir obras hechas por Caravaggio de copias realizadas a la posteridad, lo que ha causado que muchos coleccionistas no se fíen de las obras de Caravaggio, algunas veces por considerarlas copias o reproducciones.