Perry Edward Smith fue un famoso asesino estadounidense. Los últimos años de su vida son narrados en el éxito de Truman Capote: A Sangre Fría. Sus padres eran acróbatas de rodeo, su madre Flo Buckskin era una india cherokee y su padre Tex John Smith era un cowboy irlandés. Al año de nacido, la familia de cuatro hijos se mudó a Juneau, Alaska, donde su padre destiló whisky ilegalmente para vivir.