La perra chica era el nombre coloquial con el que se denominaba a la moneda española de 5 céntimos de peseta. Este nombre fue dado en alusión al extraño león (al que se confundía con un perro) que aparecía en el reverso, asimismo, se le llamaba perra gorda a la moneda de iguales motivos en anverso y reverso con el doble de peso, tamaño y valor (10 céntimos).