Pedro María Ñancúpel Alarcón, apodado el pirata Ñancúpel, fue un bandido chileno originario de Chiloé que cometió diversos robos y asesinatos en las islas Guaitecas durante la segunda mitad del siglo XIX. Después de ser capturado, fue enjuiciado y condenado a muerte, siendo fusilado en Castro.