Pedra Furada es un importante yacimiento arqueológico y de pinturas rupestres localizadas en São Raimundo Nonato, al este de Piauí, donde se ha registrado una presencia humana tan antigua que cuestiona las teorías sobre la llegada del hombre a América. Fue descubierto en 1973 por un equipo franco-brasileño bajo la dirección de Niède Guidon. Se trata de un abrigo rocoso en el Boquerón de su nombre, utilizado durante miles de años por diversas poblaciones humanas.