Las Patrullas de Control del Comité Central de Milicias Antifascistas de Cataluña fueron un organismo para-policial formado como fuerza de orden público, en sustitución de las fuerzas policiales oficiales, que habían perdido la credibilidad tras el golpe de estado. En la situación revolucionaria en que se encontraba Barcelona, cualquier acción armada de la Guardia de Asalto o de la Guardia Civil durante aquellos días habría sido vista como un acto contra-revolucionario.